¿Alguna vez te has mirado al espejo y te has preguntado qué puedes hacer con esas arruguitas que empiezan a aparecer? Bueno, ¡hablemos de la toxina botulínica! Puede que suene algo técnico, pero no te preocupes, aquí te lo explico fácil y rápido.
La toxina botulínica es una maravilla en el mundo de la medicina estética. Su principal función es relajar los músculos faciales para suavizar esas líneas que no nos gustan tanto, como las del entrecejo, frente y patas de gallo. ¡Adiós arrugas!
Lo mejor de este tratamiento es que no solo te deja la piel más lisa, sino que también es rápido y tiene un efecto casi inmediato. En cuestión de días, notarás cómo tu rostro se ve más fresco y descansado. Además, es un procedimiento no invasivo, lo que significa que no hay bisturí de por medio. ¡Menos estrés, más belleza!
Además, la inyección de toxina botulínica tipo A también puede ser usada en dosis pequeñas de manera preventiva. O en otras ocasiones ser usada para tratar dolores de cabeza crónicos o sudoración excesiva (hiperdhidrosis).
Al considerar la toxina botulínica, es fundamental saber dónde aplicarla. Para el contorno de ojos, ayuda mucho con esas molestas patas de gallo que aparecen cada vez que sonríes. Y, en cuanto a la frente, es excelente para esas líneas horizontales que a veces nos hacen parecer más serios de lo que somos.
Si estás pensando en probarlo, la Clínica EM es un lugar de confianza donde puedes recibir este tratamiento. Los profesionales que allí trabajan te guiarán paso a paso, asegurándose de que te sientas cómodo en todo momento. Desde el momento en que entras hasta que sales, ¡estarás en manos expertas!
Una vez que te realices el tratamiento, hay algunas cositas que debes tener en cuenta para asegurarte de que todo salga bien:
¡Y eso es todo! Siguiendo los consejos de tu médico acerca del tratamiento, maximizarás los beneficios.
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Más de 40.000 transacciones online desde 2016
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