El error más común al elegir un tratamiento facial es enfocarse solo en la superficie. Muchas veces se busca “mejorar la apariencia” sin mirar el origen del problema: la pérdida de estructura interna. El tratamiento Pilla no se limita a corregir lo que se ve, sino que trabaja desde dentro, estimulando la regeneración natural de colágeno y devolviéndole a la piel su firmeza y resistencia original.
Con el paso del tiempo, las fibras de colágeno se desorganizan, los fibroblastos se vuelven menos activos y la piel pierde la red de soporte que le da su firmeza natural.
Cuando los tratamientos se enfocan únicamente en la capa superficial, como peelings, limpiezas o hidrataciones externas, los efectos se notan, pero duran poco.
Y es que la causa real del envejecimiento cutáneo no está en la superficie, sino en la pérdida de estructura interna que sostiene la piel.
Por eso, para obtener resultados estables y naturales, hay que reactivar los mecanismos biológicos que mantienen el tejido firme y denso.
Ahí es donde Pilla marca la diferencia.
Pilla es un tratamiento de bioremodeción dérmica que actúa directamente sobre los fibroblastos, las células encargadas de producir colágeno y elastina.
En lugar de “rellenar” o “tensar” desde fuera, estimula la producción natural de colágeno tipo I y III desde las capas profundas de la piel, reactivando la arquitectura natural que la sostiene.
Este proceso no solo mejora la firmeza, sino también la textura, densidad y elasticidad.
En pocas semanas, la piel se siente más compacta, más resistente y con un aspecto saludable que se mantiene en el tiempo.
Pilla no maquilla resultados, los construye.
La gran diferencia entre Pilla y los tratamientos convencionales está en su acción celular.
Mientras otros métodos actúan de forma superficial, Pilla desencadena una regeneración profunda que fortalece la piel desde su base.
Sus beneficios clave:
La piel no solo se ve más joven: se comporta como piel joven.
La eficacia de Pilla está respaldada por estudios clínicos internacionales y publicaciones en bases científicas como PubMed, donde se ha demostrado que la bioremodelación con inductores de colágeno mejora significativamente la densidad dérmica y la calidad del tejido.
En Clínica EM utilizamos protocolos personalizados según la edad, el tipo de piel y el grado de flacidez de cada paciente, siempre con una evaluación previa.
El enfoque es restaurar la estructura interna con precisión, evitando resultados artificiales o exagerados.
A partir de los 40 años, la producción de colágeno disminuye de manera sostenida. Las estructuras internas se debilitan y la piel comienza a perder soporte.
En esta etapa, tratamientos como Pilla son ideales para prevenir la flacidez avanzada y recuperar la densidad cutánea perdida.
No se trata de detener el tiempo, sino de ayudar a la piel a regenerarse por sí misma.
En Clínica EM, el objetivo no es tapar signos de envejecimiento, sino revertir los procesos celulares que los provocan.
Por eso, cada protocolo de Pilla incluye diagnóstico facial, análisis de estructura y planificación personalizada de puntos de aplicación.
El resultado: una piel más firme, luminosa y fuerte, sin alterar tu expresión natural.
El verdadero rejuvenecimiento no viene de “tensar” ni de “rellenar”, sino de reparar desde adentro.
Pilla logra eso: reeducar a la piel para que vuelva a producir su propio colágeno, devolviéndole su resistencia natural y ese aspecto firme que se pierde con los años.
Si tu piel ya no responde como antes, es probable que haya llegado el momento de ir más profundo.Agenda tu evaluación médica en Clínica EM y descubre cómo Pilla fortalece la piel desde su base, logrando resultados visibles, duraderos y naturales.
Autor: Doctora Blanca Girardi de Steve Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética regenerativa y bioestimulación dérmica.