El masaje bioestimulador es clave para lograr resultados firmes, parejos y naturales después de aplicar Pilla o Sculptra. Al tiro: sí, es obligatorio, porque ayuda a distribuir bien el producto y potencia la formación de colágeno. Eso marca la diferencia entre un resultado filete y uno que queda disparejo.
Los bioestimuladores como Pilla y Sculptra no actúan por “volumen inmediato”, sino por un proceso de neocolagénesis: tu propio cuerpo fabrica colágeno nuevo. Para que esto ocurra parejo, el producto debe quedar bien repartido en la zona, y eso se logra con masaje.
Me acuerdo de una paciente que llegó diciendo: “No sabía que tenía que masajearme, pensé que esto era como un relleno”. Después de explicarle el protocolo correcto y enseñarle la técnica, volvió al control feliz: la piel estaba lisa, firme y con ese glow que la lleva. Ojo: las instrucciones post aplicación son tan importantes como la aplicación misma.
Estudios publicados en PubMed confirman que el masaje reduce nódulos y mejora la distribución del poli-L-láctico, especialmente en Sculptra, donde la densidad del producto requiere mayor movilización.
Aquí está la diferencia clave que muchos desconocen:
Este protocolo está descrito directamente en el manual del producto.
Es el protocolo estándar internacional recomendado por los laboratorios.
No hay donde perderse: son productos distintos, con densidades distintas y comportamientos distintos en el tejido. Por eso sus masajes también difieren.
Independiente de si aplicaste Pilla o Sculptra, la técnica base es la misma; solo cambia la frecuencia.
Es esencial para cuidar la piel recién tratada.
Para permitir deslizamiento suave sin irritación.
Siempre siguiendo la forma natural del área tratada.
Debe sentirse, pero nunca doler.
Si duele, baja la presión.
Así evitas dejar zonas sin trabajar.
El éxito está en cumplir la rutina, no en apretar más fuerte.
Una paciente una vez me dijo: “Lo hago mientras me tomo el desayuno y antes de acostarme. Ya lo tengo tan automático que ni lo pienso”. Y se notaba: resultado impecable.
En Pilla funciona como complemento suave; en Sculptra es casi tan importante como la aplicación misma.
En ambos casos, el masaje es obligatorio, pero la exigencia es distinta.
Un poco de sensibilidad es normal, pero dolor fuerte no.
En Clínica EM muchas pacientes llegan diciendo: “Pensé que mientras más fuerte, mejor”. Nada que ver. El masaje debe ser firme pero amable. La fuerza excesiva puede irritar la zona sin aportar beneficios.
Aquí va sin rodeos:
No deja de funcionar, pero sí puede perder gran parte de su potencial.
Una vez un paciente volvió a los 7 días con la zona perfecta. Me dijo: “Hice el 5×5×5 con alarma en el celular”. Su constancia se notó al tiro.
Primero: no te asustes.
Segundo: no aprietes fuerte intentando deshacerlo por tu cuenta.
Tercero: contacta a tu clínica.
En Clínica EM vemos estos casos con frecuencia y la mayoría se corrige rápido con masaje guiado o microajustes. Lo importante es no improvisar.
El masaje bioestimulador no es un detalle: es parte del tratamiento. Dedicar esos pocos minutos al día realmente potencia los resultados y te asegura una piel más firme, luminosa y joven. Es una inversión mínima con un impacto enorme.
Conoce todo sobre el bioestimulador Sculptra.
Descubre los beneficios del bioestimulador Pilla.
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Este artículo fue escrito por Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética y tratamientos regenerativos con bioestimuladores.