¿Sueñas con unas vacaciones donde solo se noten tus ganas de descansar y no tus arrugas? Entonces, el Botox puede ser tu mejor aliado. Este tratamiento médico-estético es ideal para quienes buscan un efecto natural, rápido y seguro justo antes de los días de sol y playa.
Ya no estamos en los 90, cuando hablar de arrugas era casi un secreto. Hoy cuidarse es sinónimo de bienestar. Las líneas de expresión aparecen por gestos, sol, cansancio y hasta por estrés, pero se pueden suavizar sin necesidad de cirugías ni tiempos de recuperación.
“Un paciente me dijo una vez: ‘quiero verme menos cansado, pero sin perder mi expresión’. Le hicimos Botox en tres zonas y cuando volvió dijo que hasta su jefe pensó que había dormido una semana entera. Esa es la idea: verte bien, sin que nadie note el porqué”, recuerda la doctora Blanca Girardi.
El Botox actúa bloqueando temporalmente la señal entre el nervio y el músculo, evitando las contracciones que generan arrugas dinámicas. Es un tratamiento rápido, ambulatorio y prácticamente indoloro. Ideal para suavizar líneas de la frente, entrecejo y patas de gallo.
Los resultados aparecen a los pocos días y duran entre 4 y 6 meses, dependiendo de cada persona.
Y lo mejor: puedes hacerlo y seguir con tu rutina al tiro, sin interrumpir tus planes de verano.
En pocos días notarás una piel más relajada, luminosa y con aspecto natural.
Un rostro fresco no solo se nota en las fotos, también se siente. El Botox te ayuda a proyectar esa versión descansada y segura de ti, sin exagerar.
En Clínica EM realizamos el tratamiento con precisión profesional y productos certificados, logrando resultados naturales y equilibrados para cada tipo de rostro.
Y si vives fuera de Santiago, recuerda que también atendemos en regiones, desde Iquique hasta Concepción.
Agenda tu evaluación en Clínica EM.
Este artículo fue escrito por la Doctora Blanca Girardi de Steve, Directora Médica de Clínica EM, con 25 años de experiencia en medicina estética facial y tratamientos antienvejecimiento.